Este apartamento de 97 metros cuadrados en las icónicas Torres Martiricos de Málaga necesitaba una puesta en escena con una fuerte dosis de personalidad. Los propietarios querían reflejar un estilo urbano y moderno que capturara su espíritu y se adaptara a la estética contemporánea de la ciudad. La elección de materiales y colores fue clave: el roble natural y los tonos negros se convirtieron en el hilo conductor que unifica cada rincón del proyecto, otorgándole elegancia y profundidad.

El espacio, cuidadosamente diseñado, incluye un pequeño recibidor que da la bienvenida a una zona de salón-comedor y cocina integrados, tres dormitorios, dos baños y una lavandería situada estratégicamente en la entrada. En cada ambiente, la combinación de madera, papeles pintados y una paleta de neutros crea una base cálida y serena que invita al relax sin perder el estilo moderno y vibrante del diseño urbano.

El salón se convierte en el corazón del apartamento, con un papel pintado que evoca el skyline de Nueva York, añadiendo un toque de cosmopolitismo y personalidad al espacio. Los muebles han sido hechos a medida para optimizar cada metro cuadrado, y su disposición estratégica permite aprovechar al máximo los espacios sin saturarlos. La iluminación, cuidadosamente seleccionada, resalta cada detalle y contribuye a crear una atmósfera acogedora y envolvente.

En definitiva, este apartamento logra una armonía entre lo funcional y lo estético, combinando el estilo urbano con toques de calidez. Es un reflejo de la esencia de sus propietarios y un espacio que invita a vivir y disfrutar de cada rincón.

Fotografía: Amador Toril

Estilismo: Beatriz Sánchez