La parcela tiene una superficie de 1.000 m2 y la propia casa cuenta 250 m2 divididos en dos plantas. Estas dos plantas ayudan a diferenciar la zona de día, donde se ubican el salón, comedor, cocina, un estudio y un aseo de invitados, y la de noche, en la que están el dormitorio principal, los de los hijos y dos baños.
“Mi objetivo era la fusión absoluta entre la arquitectura y el interiorismo en un espacio singular”. Por eso su diseño se ha basado en tres pilares fundamentales: la comodidad, la funcionalidad y la elegancia. Esto se consigue gracias a los materiales de última generación, una decoración muy cuidada y la combinación de una paleta de colores que invitan al relax y el descanso.
Una decoración minimalista y actual
La planta inferior
La decoración de la casa es otro de los factores que ayudan a que esta casa sea moderna, actual y elegante. Así, el piso inferior, completamente diáfano, ve cómo comparten espacio la cocina, el salón y el comedor. Todo el espacio juega con el blanco como base, con toques grises y negros y algunos elementos en azul, que aportan vitalidad. El objetivo era crear una vivienda minimalista en la que el paisaje fuera protagonista.
La cocina se ha planificado para regalar almacenaje, con un diseño actual que se funde con la decoración del salón y una península que hace de separador entre espacios. Los muebles presumen de un actual acabado en nogal, sin artificios ni tiradores, que da calor al espacio. Entre sus elementos más innovadores, destaca la campana de sobremesa, encastrada en la vitrocerámica.
Partiendo de la cocina, en tonos oscuros, pasamos al office, en blanco y negro, protagonizado por una mesa redonda de color gris y sillas en blanco. La misma combinación de colores la vemos en la lámpara.
Los dueños querían un comedor minimalista y luminoso, por lo que la mesa se eligió con un sobre de cristal y base de nogal, mientras que las sillas, de corte contemporáneo, son blancas. Todo esto hace que el espacio se vea amplio, sin impedimentos para dejar viajar la luz y de un estilo muy actual.
Por su parte, el salón está protagonizado por un gran sofá azul noche, acompañado por dos butacas del mismo color, con un doble tapizado. Las mesas de centro cuentan con una base de nogal y sobre de porcelánico blanco. Mientras, el mueble de la televisión es de madera de nogal, creando unidad con la cocina y subiendo la temperatura del espacio. Blanco, nogal y azul son la base de este cubo de cristal que recibe luz natural por cada costado.
En la planta inferior se ha creado también una sala multiusos que sirve tanto para teletrabajar como de sala de juegos o de estudio de los niños. Y hay un aseo de servicio donde el suelo porcelánico con acabado en madera aporta calidez y contrasta con la dureza del acabado tipo cemento de las paredes. Buscando ese punto actual, se colocó un lavamanos tipo totem y una cómoda ducha con mampara fija sin barrotillos.
La planta superior
En el dormitorio principal se ha jugado de nuevo con la conexión y las vistas al exterior. Y es que por la ventana se ve un impresionante pinar que ha inspirado los colores naturales de la estancia. Una ventana alargada actúa enmarcando el cabecero, tapizado en color gris. Mientras que la ropa de cama, la alfombra y el banco a pie de cama son de varias tonalidades de verde. Los muebles, con estructura de nogal y sobre porcelánico de color blanco, aportan elegancia y la calidez necesaria en un dormitorio.
El dormitorio cuenta con un baño en suite, caracterizado por una enorme ventana que sube por el tejado, de manera que permite ducharse bajo las estrellas. Todos los revestimientos cuentan con piezas de gran formato, minimizando el número de juntas y potenciando la sensación de espacio. Llama la atención la trampilla ubicada en la zona de vestidor, que da acceso a la lavandería, un plus arquitectónico cómodo y funcional.
El exterior
El exterior se concibe como un espacio más en el que compartir y en el que ese espíritu moderno y contemporáneo sigue vigente. Por eso, el suelo de la zona chill out y el revestimiento de la piscina está hecho con las mismas baldosas en color gris antracita, que contrasta con la fachada, en blanco en la parte inferior y el mismo acabado del Viroc en la superior.
Los muebles de exterior se han elegido en tonos grises y están fabricados en cuerda y metal, manteniendo la estética sobria, minimalista y elegante del interior. Mientras, la gran cristalera de pared a pared actúa como conexión entre el exterior y la zona de día, ayudando a introducir ese elemento natural dentro de la vivienda y haciendo de la zona de la terraza un espacio más de disfrute.
En definitiva, una casa creada desde cero al gusto de los dueños, donde la estética, la funcionalidad y la innovación se dan la mano, dando como resultado una vivienda de unas características y un estilo único.
PRINCIPE DE VERGARA 78, 28006, MADRID. TELÉFONO: 91 351 38 28
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